Es casi inevitable que cuando un
aficionado se inicia con su primer acuario, sea tropical o de agua fría, lleve a
su casa, junto a los demás peces, un "limpiafondos" y un "limpiavidrios".
Normalmente se adquieren dichos peces por consejo del propio comerciante. En tal caso acompañando a los demás compañeros de acuario, casi con seguridad viajan un Corydoras paleatus y un Otocinclus sp. El primero con la función prediseñada de recolectar residuos y el segundo con la finalidad de evitarnos el trabajo de limpiar el “verdín” de los vidrios.
La sorpresa sobreviene cuando el limpiafondos no limpia tanto como debía y, peor aún, disputa con los demás peces las escamas que flotan en Claro que el resto del tiempo lo pasa revolviendo con sus barbillas el suelo del acuario en busca de alimento, pero muy lejos está de alimentarse de “basura” y claro que tampoco es un recolector de residuos.
Para comprender un poco mejor los hábitos, necesidades y otras características de los miembros del Género la superficie.
Normalmente se adquieren dichos peces por consejo del propio comerciante. En tal caso acompañando a los demás compañeros de acuario, casi con seguridad viajan un Corydoras paleatus y un Otocinclus sp. El primero con la función prediseñada de recolectar residuos y el segundo con la finalidad de evitarnos el trabajo de limpiar el “verdín” de los vidrios.
La sorpresa sobreviene cuando el limpiafondos no limpia tanto como debía y, peor aún, disputa con los demás peces las escamas que flotan en Claro que el resto del tiempo lo pasa revolviendo con sus barbillas el suelo del acuario en busca de alimento, pero muy lejos está de alimentarse de “basura” y claro que tampoco es un recolector de residuos.
Para comprender un poco mejor los hábitos, necesidades y otras características de los miembros del Género la superficie.
La categoría de “limpiafondos” se le ha otorgado por
sus hábitos de remover allí en busca de alimento. Pero es absolutamente falso
que sean peces basureros. Comen el alimento que cae al fondo (si no es excesivo)
y de este modo cumplen una importante función: pero no se puede decir por ello
que ingieran desperdicios, aunque suelen vivir entre ellos sin intoxicarse como
ocurriría con otros peces. Esto se debe a su particular sistema respiratorio,
que les permite tomar el aire atmosférico por la boca, pasarlo por el intestino
y expulsar los desechos respiratorios por el ano.
Algunas veces se “paran” sobre sus aletas pectorales
(como si fueran muletas) sobre las hojas de plantas sumergidas o cualquier otro
objeto del acuario.
Su particularidad respiratoria (utilizar la vejiga natatoria como si fuera un verdadero pulmón) les permite desplazarse por lugares donde prácticamente no hay agua, siempre que el grado de humedad del fondo sea bastante elevado. Es posible que puedan recorrer distancias bastante largas por un fondo limoso en busca del agua y aún subsistir varios días enterrados.
Su particularidad respiratoria (utilizar la vejiga natatoria como si fuera un verdadero pulmón) les permite desplazarse por lugares donde prácticamente no hay agua, siempre que el grado de humedad del fondo sea bastante elevado. Es posible que puedan recorrer distancias bastante largas por un fondo limoso en busca del agua y aún subsistir varios días enterrados.
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